
Nébula: el nuevo espectáculo de Ballet Dansaires emociona en Elche
El pasado 18 de mayo de 2025, el Gran Teatre d’Elx fue escenario del estreno de “Nébula”, el nuevo espectáculo de Ballet Dansaires (asociación DansAires & Art y Escuela de Danza Pilar Sánchez). Bajo la dirección artística de Sonia González, y con música original del compositor ilicitano Hachedelara (Héctor González Sánchez), esta innovadora obra de danza deslumbró al público con su propuesta artística y emocional.
Desde su concepción, Nébula se planteó como un montaje cargado de simbolismo, participación del alumnado y una cuidada puesta en escena, algo que se reflejó en la entusiasta recepción que obtuvo en la sala. A continuación, profundizamos en los aspectos más destacados de este nuevo espectáculo de Ballet Dansaires: su contenido artístico, el proceso creativo colaborativo, la implicación de los estudiantes en la obra, el contexto temático y la reacción del público y las redes sociales ante esta inolvidable velada.
Póster oficial de “Nébula”, el nuevo espectáculo de Ballet Dansaires presentado el 18 de mayo de 2025 en el Gran Teatro de Elche.
Una temática cósmica llena de arte y emoción
Desde su propio nombre, Nébula anuncia el carácter cósmico y metafórico de la obra. En astronomía, una nébula es una nube de gas y polvo interestelar; en esta creación dancística simboliza un punto de partida y una transición: el paso de la oscuridad inicial hacia la luz y el color, reflejando la evolución del arte a lo largo del tiempo. La puesta en escena lleva al espectador en un “viaje emotivo y visual a través de la historia del arte”, desde movimientos lentos y ceremoniales que evocan la solemnidad de la Edad Media hasta una explosión de color y expresión propia del arte moderno y contemporáneo. Cada segmento coreográfico plasma una época artística, de lo medieval a lo vanguardista, hilando un relato donde la luz emerge gradualmente de la oscuridad.
Tal como explicaba la directora Sonia González en una entrevista previa, la idea original fue “hacer un recorrido desde la oscuridad hasta la luz, y otro recorrido conectado de la danza clásica a la danza contemporánea” (ivoox.com). Esto significa que Nébula opera en doble plano temático: por un lado, el contraste visual de sombras y luminiscencias en la escena (apoyado por un cuidadoso diseño de iluminación); y por otro, un tránsito coreográfico desde el estilo clásico hasta la danza moderna. Ambos recorridos van de la mano para ofrecer un espectáculo lleno de contrastes, donde la tradición y la modernidad dialogan a través del movimiento. El resultado es una propuesta profundamente artística y emotiva, que cautivó al público desde el primer momento (elchesemueve.com), llevándolo por un camino de sensaciones que va de la introspección a la vitalidad exuberante. La audiencia pudo así “viajar” con los bailarines por distintas eras y estados de ánimo, sintiendo en cada escena el pulso de la historia del arte transformado en danza.
Proceso creativo original y colaboración artística
Detrás de Nébula hay un intenso proceso creativo colaborativo que involucró a diversos talentos de la escuela y la escena local. La dirección artística corrió a cargo de Pilar Sánchez (fundadora de la Escuela de Danza Pilar Sánchez) junto a Sonia González, mientras que la música original que fue compuesta y adaptada especialmente para este espectáculo por Hachedelara (Héctor González Sánchez), aportando una banda sonora única que fusiona sonidos contemporáneos con matices clásicos para acompañar cada etapa del viaje escénico. El hecho de contar con diseño de espacio sonoro creado ex profeso potenció la unión entre coreografía y sonido, haciendo que danza y partitura se retroalimentaran en emoción.
La coreografía de Nébula fue fruto de un esfuerzo conjunto. Según detalló Sonia González, “el espectáculo está coreografiado por cuatro coreógrafas” – Pilar Sánchez, Mariu Almira, María Tomás y la propia Sonia González – “cada una con una parte del espectáculo”, trabajando de forma coordinada para componer una coreografía unificada.
Este enfoque colaborativo permitió integrar múltiples visiones creativas: Pilar Sánchez aportó su sello clásico y experiencia, Mariu Almira (también docente del centro) sumó frescura e innovación, María Tomás contribuyó con su perspectiva artística, y Sonia González orquestó el conjunto manteniendo la coherencia temática. El resultado fue una coreografía rica y variada, donde se perciben matices de distintas sensibilidades pero entrelazadas en un mismo discurso escénico.
Además, el montaje cuidó todos los detalles de producción. Se diseñó una escenografía lumínica muy simbólica, acompañando el tránsito de oscuridad a luz con cambios de iluminación precisos en cada acto. Asimismo, el vestuario fue concebido para reflejar la transición histórica y emocional: los trajes evolucionaron de tonos sobrios en las escenas iniciales a colores vibrantes en las finales, mostrando visualmente ese despertar del color. Todo el vestuario fue confeccionado a medida, en un proceso donde participaron activamente los creadores de la obra junto a profesionales de la modistería, asegurando que cada pieza apoyara la narrativa (por ejemplo, telas etéreas para las partes “cósmicas” más oníricas y trajes de inspiración vintage para los pasajes históricos). En suma, Nébula fue un proyecto integral que involucró música, coreografía, luces, vestuario y escenografía de forma armónica, consolidando una producción de alto nivel artístico forjada enteramente en el seno de la escuela.
Implicación del alumnado: una nueva generación sobre el escenario
Uno de los aspectos más emocionantes de Nébula es que se gestó como una obra formativa y participativa, con la profunda implicación del alumnado de la Escuela de Danza Pilar Sánchez. La directora artística Sonia González resume claramente esta filosofía al explicar: “Nébula es un espectáculo de danza creado con estudiantes avanzados de la Escuela de Danza Pilar Sánchez, que pertenecen al ballet vinculado a esta escuela llamado [Dansaires], y es una plataforma profesionalizadora”.
Es decir, la obra está protagonizada por una nueva generación de jóvenes intérpretes formados en la escuela, quienes han encontrado en la compañía DansAires & Art una oportunidad para dar un salto al terreno profesional. Muchos de estos bailarines son alumnos avanzados e incluso ex-alumnos que, a través de Nébula, dieron sus primeros pasos en un montaje de gran formato.
El proyecto fue concebido, según González, no como un simple espectáculo de fin de curso sino como una experiencia pre-profesional para los alumnos. “No es un fin de curso de una escuela, sino un espectáculo más profesional, de 55 minutos, en el que están bailando todo el rato y cambiándose de ropa… lo que conlleva bailar en un ballet y tener esa experiencia” explicó la directora.
En efecto, durante los meses de preparación los estudiantes se enfrentaron a retos propios de una compañía profesional: largas sesiones de ensayo, perfeccionamiento técnico y artístico, montaje de escenas complejas, coordinación en cambios rápidos de vestuario y adaptarse a un escenario de gran teatro.
Todo ello supuso un enorme aprendizaje. Los jóvenes bailarines no solo mostraron su talento sobre las tablas, sino que crecieron como artistas en el proceso, viviendo de primera mano la disciplina, responsabilidad y pasión que exige el mundo del ballet.
Cabe destacar que este montaje se inscribe en la tradición de la escuela de brindar oportunidades escénicas de alto nivel a sus alumnos. Pilar Sánchez fundó en 1972 un ballet de cámara con sus estudiantes avanzados (precedente de la actual compañía DansAires & Art) para llevar a escena obras originales elche.me. Nébula retoma ese espíritu: es danza pensada por y para los alumnos, dándoles voz como intérpretes a la vez que los forma. Como comentaba uno de los creadores en redes sociales, “hay proyectos que son importantes por lo que muestran. Y otros, además, por lo que construyen” facebook.com. Nébula es precisamente ambas cosas: un espectáculo deslumbrante en el escenario, y un proceso constructivo entre bambalinas que ha unido a profesores, coreógrafos y alumnos en pos de una meta común. El alumnado participó no solo bailando, sino apoyando en ideas de vestuario, aportando sugerencias creativas y trabajando en equipo en cada detalle. Esta implicación total se tradujo en un sentimiento de orgullo colectivo el día del estreno, tanto para los jóvenes artistas como para sus maestras y familiares.
Recepción: ovaciones en el Gran Teatro y eco en las redes
La recepción del público ilicitano a Nébula no pudo ser más positiva. La expectación previa ya era alta – horas antes del estreno se anunciaba que el patio de butacas del Gran Teatro estaba casi completo y solo quedaban localidades sueltas en las zonas superiores. Finalmente, la función se celebró con un auditorio prácticamente lleno y un ambiente cargado de emoción y curiosidad. La propuesta logró conmover y asombrar a los presentes: la conjunción de danza, música y sentimiento que ofreció Nébula culminó con una ovación en pie por parte de todos los asistentes. Los últimos compases del espectáculo, con todo el elenco joven sobre el escenario recibiendo esa ovación cerrada, fueron el broche de oro a una noche mágica. Muchos espectadores no pudieron contener las lágrimas de emoción y ovacionaron de pie durante largos minutos, reconociendo el esfuerzo y el arte desplegado por los bailarines.
En palabras de sus creadores, fue “una noche inolvidable”. Las redes sociales se hicieron eco inmediatamente del éxito: la escuela y la compañía compartieron fotografías y vídeos del evento, con mensajes de agradecimiento hacia el público. En la página oficial de la Escuela de Danza Pilar Sánchez y en las cuentas de los participantes aparecieron reseñas entusiastas; destacaban la belleza visual del espectáculo, la emotividad de su mensaje y el nivel técnico alcanzado por los jóvenes intérpretes.
Un vídeo resumen publicado por el compositor Héctor González, titulado “NÉBULA: una experiencia de danza inolvidable en Elche”, recopiló fragmentos de la velada y recibió numerosos me gusta y comentarios emocionados.
Familias, amigos y aficionados a la danza expresaron en redes su admiración, calificando Nébula como “una auténtica obra de arte” y valorando el mérito de que una producción tan cuidada haya surgido de una escuela local.
También algunos medios y páginas culturales locales destacaron el acontecimiento. Por ejemplo, la agenda cultural Elche Se Mueve había recomendado el espectáculo indicando que Nébula “cautivará al público, llevándolo en un viaje emotivo y visual a través de la historia del arte”, y tras el estreno estas palabras se vieron confirmadas.
La combinación de una temática original, un alto nivel artístico y la emotividad palpable en cada número resultó en críticas muy favorables entre la comunidad cultural de Elche. Nébula brilló no solo sobre las tablas del Gran Teatro, sino también en el corazón del público y en el mundo digital, donde dejó una estela de elogios y recuerdos imborrables.
Conclusión: arte, formación y emoción entrelazados
En definitiva, “Nébula” se erige como un hito para la Escuela de Danza Pilar Sánchez y su Ballet Dansaires. Este nuevo espectáculo de Ballet Dansaires consiguió aunar una propuesta artística de gran calidad con un profundo valor educativo y emocional. Sobre el escenario, desplegó un viaje cósmico-metafórico deslumbrante, haciendo vibrar al público con su recorrido de la oscuridad a la luz y de lo clásico a lo contemporáneo. Tras bastidores, Nébula significó meses de aprendizaje, colaboración y pasión compartida por un equipo de docentes y estudiantes comprometidos con la danza.
El éxito de esta función –medido no solo en una sala casi llena y aplausos de pie, sino en el crecimiento de sus jóvenes protagonistas– demuestra la importancia de iniciativas así en el panorama cultural local. Nébula ha dejado una huella luminosa en Elche: la de un espectáculo que combina excelencia artística y amor por la danza, y que ha dado alas a toda una nueva generación de bailarines. Sin duda, el público ilicitano estará esperando con ilusión la próxima creación de Ballet Dansaires, después de haberse emocionado y maravillado con la nebulosa de arte y sentimiento que iluminó la noche del 18 de mayo. ¡Enhorabuena a todo el equipo de Nébula por esta experiencia inolvidable, y larga vida a la danza local!